Llegó la segunda tanda de octavos de final de Champions. El AC Milan-Atlético de Madrid, mucha palabrería con las historias, los nombres de los entrenadores, ex-jugadores, etc...lo cierto, la realidad, llega cuando comienza el partido.
Los locales del Milan, hicieron lo que pudieron, dadas las circunstancias. Su juego lo controlan De Jong y Essien, dos destructores y de cierta edad, creo que tiene mérito. Muchas ganas, ímpetu, incluso bien jugado el primer tiempo para sus posibilidades, dos oportunidades muy claras y los madrileños que no llegaban. No van a ser el equipo campeón, bastantes problemas tienen para intentar jugar la competición el año próximo. Y encima la condición física pesa y se hunden al descanso.
El visitante no está como hace meses, ganó bien y merecidamente. Sus jugadores corren y pelean, están concentrados y se apoyan. Simeone hizo cambios para apoyar el centro del campo y dejar que jugasen como más le gusta, lo cual era posible ante este rival. Tienen, además, a Courtois y D. Costa como determinantes y decisivos en sus intervenciones, no creo que duren mucho ahí.
La eliminatoria está clara, se hable lo que se hable.
El segundo encuentro Arsenal-B. Munich no lo vi. Es cierto que hubo otra expulsión temprana y decisiva y contra eso poco se puede hacer. Sigue sin gustarme la defensa alemana, pero su entrenador resuelve con alternativas que dan resultado. La eliminatoria muy clara.
Creo que se produce un hecho, cuando los equipos de la Premiere, esa que alaban tanto los comentaristas, "La mejor", como si por decirlo se dijese algo, se enfrentan en partidos, a equipos de verdad y de verdad palman. No hay muchas ocasiones de demostrarlo, son estos partidos decisivos de Champions, pero me da que algo hay, son blanditos. ¡Claro que queda el Chelsea! de Mr. Mourinho. Peligroso, muy peligroso.
Creo que se produce un hecho, cuando los equipos de la Premiere, esa que alaban tanto los comentaristas, "La mejor", como si por decirlo se dijese algo, se enfrentan en partidos, a equipos de verdad y de verdad palman. No hay muchas ocasiones de demostrarlo, son estos partidos decisivos de Champions, pero me da que algo hay, son blanditos. ¡Claro que queda el Chelsea! de Mr. Mourinho. Peligroso, muy peligroso.
De los árbitros, ni en Europa hablo.
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