Tras los resultados de las elecciones Europeas, que poco parece que le importen a los europeos, pero que como todas elecciones democráticas ofrecen resultados, son curiosas las reacciones.
En principio según los diferentes partidos, todos han ganado. esto es lo que dice con boca grande o pequeña. Luego a la hora de la verdad, se toman acciones como dejar la vida política o el puesto porque la situación es insostenible. Al político hispano, anclado en su sillón, sueldo y prebendas. le cuesta dedicarse a otra cosa, porque sencillamente la mayoría no serían nadie.
Se puede decir que se triunfa cuando de no tener diputados se saca alguno. Esto ya pasó con el GIL o Ruiz-Mateos, fenómenos hispanos que no se que tienen que ver realmente con la política que no sea a través de los negocios y el dinero, como se ha demostrado ampliamente.
Y surge, renace el nombre de Pablo Iglesias, que no sé el alcance que tendrá, pero hay algo que dice que tiene razón.
Al político, en general, las decisiones no le cuesta mucho tomarlas (aunque airee sus dificultades) porque no le afectan. Lleva una vida, tiene unos medios, dispone de alternativas que no tienen nada que ver con las consecuencias de lo que firma, es decir esta desconectado de la realidad no porque la desconozca sino porque no es SU realidad.
Si en la Grecia clásica, o en la mejor Roma, se actuase de esta forma, ese político tendría los días contados, a no ser que fuese un corrupto y muy hábil tirano con dotes de embaucador temporal.
No se puede funcionar en política lejos de la realidad porque la buena política está pensada para solucionar los problemas de los humanos.
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