Ayer después del viaje a Lisboa, como que experimentas algo parecido al jetlag, supongo que por falta de sueño. Además hubo espectáculo en Chamartín, con el campo lleno de gente joven que pienso que habitualmente no van a verles jugar. Otra cosa lo de las celebraciones, muy distinta a los partidos.
Lo mejor, dejando fuera los sentimientos y forma de expresarlos de cada uno, fue la canción de Red One, sobre todo la de Signore Ancelotti liderando a sus muchachos en ese cubo de pantallas y el estadio, muy lleno, haciendo el karaoke.
Ahora empieza otra época distinta, algunos se van a ir porque se ve en sus caras. Las razones serán diferentes, pero lo que hay que intentar es mejorar el equipo. En Lisboa muchos estaban lesionados y lo intentaron con gran mérito. Al Madrid no se le da mucha importancia cuando gana, es el precio de lo que dan la impresión de que lo normal es ganar, no es justo pero es lo que es. Hay que seguir y a ser posible noble y bélico, como siempre.
Mientras el mundo continúa.
El Papa en la eterna tierra de Israel intenta resolver lo que la condición humana no ha podido hasta ahora, o al menos ayudar a mejorar las cosas.
En la vieja y civilizada Europa, no hay mucho glamour por votar, pero claro en democracia, aunque el 60% , como en Francia, no vote, salen unos resultados que no se muy bien lo que pregonan, excepto que el ciudadano está un poco harto y frustrado.Aquí deberían irse muchos más.
En este caso hay que construir el equipo porque se ha desgastado en palabrería, burocracia y egoismos.
El mundo sigue, pero sigue igual.
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