Hay elecciones este fin de semana.
Da pena porque parece simplemente una operación burocrática, de la cual se beneficiarán unos cuantos en el civilizado dolce far niente de Bruxelles. La escasa o nula profundidad de los debates, las ideas de los partidos, que no son ideas sino tópicos baratos y desgastados, la ausencia de discusión con alternativas claras u opciones que sólo presentan los rompedores y euroescépticos en las naciones que van en esa dirección; casi todo a punta a que la final de la Champions es más interesante.
Curiosamente enfrenta a dos equipos españoles y en concreto de Madrid, un país España y una ciudad Madrid donde si preguntas por la calle:
"¿Por qué quiere ser europeo?
¿Qué significa,? Además de un nombre ¿Qué implica?
¿Sabe el precio que está dispuesto a pagar?"
Seguramente las respuestas nos llevarían a una mejor comprensión de la realidad.
La verdad es que veo impotentes a los políticos, como casi siempre. Independientemente de que tengan buena voluntad o no, el caso es que no están preparados para explicar lo que quieren ni lo saben con certeza. Por ello quizás fuese mejor ir preguntando por las calles ¿Quien es su equipo ganador en la final?
Veríamos un mayor interés en la media ciudadana, unas respuestas viscerales, incoherentes o sabias porque todo el mundo (incluso a los que no les gusta) habla de fútbol y no la indiferencia que produce algo muy serio como es la Unión Europea incapaz de llegar al pueblo porque esta rodeada de politiqueo, intereses personales e ineptitud, todo junto.
No se me enfaden.
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