No todo es cine en Hollywood.
Hay una zona de Sunset Blvd que al norte, apuntando a las colinas, detectas varios bloques de magníficos hospitales que tienen buena fama y gran prestigio, entre ellos unos para niños; son edificios nuevos, modernos, en un área donde el pie cuadrado debe costar un riñón, pero un buen hospital vale la pena.
En la acera del sur de Sunset, casi enfrente de esos hospitales hay otra extensión enorme dedicada a la Scientology donde todos son bienvenidos, según anuncian, incluso en castellano.
Una de las calles perpendiculares lleva el nombre del fundador de esta secta que prolifera como muchas otras en los USA.
El individuo, creador "mágico", se llamaba Ron Hubbard y para los curiosos les recomiendo el documental de HBO "Going clear or the prison of belief".
No puede dejar indiferente.
Si paseas por Sunset en las esquinas hay contratados de la secta, vestidos como si fuesen acomodadores de un cine, educados, correctos, hombres/mujeres, de diferentes edades, que tratan de convencerte para que te animes y te des una vuelta para que veas lo que es la verdad.
Una señora, creo que turista, fue designada como blanco de la propaganda y panfletos de estos señores. Se volvió y les dijo con cierto sarcasmo:
-¿Me han visto cara de idiota?
Los de la secta no se inmutaron, están muy bien entrenados, creo que les someten a todo tipo de pruebas para lo que luego tienen que aguantar, y respondieron.
-Claro que no tiene aspecto de idiota.
A continuación se dirigieron hacia otros objetivos.
Estos de la Scientology hacen unas pruebas para determinar tus condiciones para ser miembro. Varias veces he estado a punto de someterme a ellas, pero los que dicen conocerme afirman que acabaré mal (en las pruebas).
Quizás la próxima vez.
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