Siempre cuesta juzgar la realidad, no hay nada como coger cierta perspectiva.
En lo que ocurre en Cataluña nos cuesta.
Sucede cuando los hechos son negativos y cuesta arriba o cuando vamos cuesta abajo en una vorágine sin pensar, dejándonos llevar.
Hemos perdido en baloncesto contra Eslovenia en el Europeo de Turquía ¿por qué? Varias razones, porque ellos son mejores ahora y/o, sobre todo, han jugado mucho mejor el partido, los minutos que importaban. A alguno de sus excelentes jugadores les conocemos bien y el equipo ha estado magnífico.
Es cierto también que varias bajas nuestras pesaban y que algún fenómeno nuestro de muchos años está al final de su carrera, ley de vida. La cuestión es volver a crear un equipo.
El Madrid también debe seguir caminando como Fievel en la película de Disney.
En Cataluña sobre Cataluña escucho y leo.
La mayoría de la gente está de acuerdo en la ilegalidad y las formas, maneras, procedimientos, de montar este tinglado los de la Generalitat y colaboradores. De acuerdo en la mezcla peligrosa de sentimientos y soluciones políticas. Da cuerdo en que prevalezca el Estado de Derecho. De acuerdo en que el Estado tiene sus armas y debe reaccionar al desafío que es desobediencia y voy a hacer lo que me salgo de las narices. Los hay que apoyan las acciones de gobierno, los que pedirían más mano dura; los hay que no son dudosos en atacar al gobierno y dicen que debe hacer algo ¿Qué?
Aquí es donde la perspectiva nos falla.
La mezcla es explosiva porque todos los actores quieren sacar tajada y la gran cuestión es si hay algo que a todos nos une y está en juego o no.
Perspectiva señores.
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