Ni estamos bien ni sale nada.
A las 10 de la noche, de final de verano, echó a rodar la pelota y mal, muy mal para el Madrid, probablemente confuso y lleno de dudas.
¿Las razones futbolísticas? Varias que ya apunté.
No hay gol, se fallan oportunidades claras. No se resuelven los problemas contra equipos que ponen 10 a defender y poco más. El Betis defendió con orden y no dieron patadas.
Según pasó el tiempo el desconcierto, ansia, precipitación fueron mayores.
Nadie era capaz de abrir la defensa del Betis. Los laterales llegan y llegan, siempre igual. Carvajal, el bueno, falló casi todo sus pases o controles y el pobre acabó roto. Marcelo, nunca bajó a defender, y no recuerdo un centro bueno. Casemiro parecía perdido. Cuando se fue Modric fue como apagar la luz. Kroos lo intenta siempre de la misma forma. Isco lento, impreciso, perdiendo balones. Bale se fue apagando ante el agotamiento y la falta de finura. CR7 desesperado contra sus propias frustraciones e intentos. Los movimientos al principio fueron fluidos y se creaba peligro, luego amontonados.
Los cambios no ayudaron aunque L.Vázquez dio sus goles, B. Mayoral luchó y Asensio, con pocos resultado, abrió un par de veces con criterio.
El rival juega, su portero, Adán (que fue nuestro) no se si paró mucho o perdió mucho tiempo al igual que los jugadores del Betis por el suelo con sus lesiones, o no, musculares. Cada saque de puerta parecía una eternidad. No se recuperaron los parones, ni el ritmo, y encima en el 94 nos metieron el 0-1, en una contra entre desorden y deseos de marcar, bien aprovechada.
Es fácil arbitrar en Chamartín, pero los jugadores del Madrid son veteranos y lo saben. Muy vieja esta historia y la solución es continuar hasta el final.
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