Podrían ser los nombres que compitiesen en una elección presidencial, pero son los de los quarter backs de la Superbowl, la de ayer, donde casi vemos a un español jugar, porque ha abandonado los Eagles por los Steelers y eso lo ha evitado.
Al que le importe un pepino el football americano le importará un pepino cualquier alusión o metáfora sobre este deporte. Sin embargo ese país que tiene a Trump de presidente y tuvo a Hillary de rival, que sobrevive a esos tipos, gente que hace las cosas de una forma muy rara, se detuvo, a su estilo, durante unas horas. Aquí en la vieja y civilizada Europa había que perder horas de sueño para ver el espectáculo.
Los Patriots exhibieron los problemas propios del que se los crea cuando ha conseguido todo. Ganaron los Eagles por varias razones, una importante porque defienden mejor, y es que cualquier proyecto sólido se construye de abajo a arriba. Algo que el Madrid no hace, tampoco se hace en muchos aspectos de nuestra vida.
No es que en política, educación, sanidad, cultura o seguridad, debamos construir basados en una sólida defensa, pero si que hagamos lo que hagamos hay que minimizar errores. En los aspectos de convivencia hay proyectos que deben construirse con inmediatez, porque , en ocasiones, hay urgencias y necesidades que tapar, no queda otra solución. Algo así entiendo que se planteó en 2012, cuando en medio de la crisis consolidada, reconocida públicamente por los políticos, quizás, la adoptada, era la mejor de las peores soluciones, sin embargo ahora existe otra oportunidad de comenzar por los cimientos y consolidar el futuro, y no transmiten buenas sensaciones. Aunque vaya mejor la economía, existe el eterno cosquilleo de escasa rigurosidad, consistencia y coherencia. Se improvisa sin tener a Brady para que lance la pelota y así volveremos siempre al punto de partida. A no ser que se fiche a Foles y todo el planeamiento que hay detrás.
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