Manolas cabeceaba en Roma, una tarde sin gladiadores.

En realidad la canción dice: "Manola cantaba en tarde de toros..."

Me puse a ver el City-Liverpool, interesado en los fenómenos del presente que cuestan tantas libras. Me dejaron ver el primer tiempo, luego tocaba la serie "The Terror" de dos buques de la Royal Navy siglo XIX, HMS Terror y HMS Erebus, sus expediciones al Ártico, para encontrar un camino nuevo entre hielos, algo así como los equipos perdidos en un campo de fútbol inmenso.

Deje el partido de los ingleses a su suerte con 1-0 por gol tempranero de los locales. La defensa visitante  ocupada, sin crear peligro los de Anfield en ataque, y acciones dudosas en su área, sufrían porque el City apretaba, sin nada especial, quizá Sané. No vi un centrocampista excelso ni una dirección de banquillo sorprendente y genial

De pronto, en medio de la película, con frío, monstruos y muerte, oí el grito de lo vecinos de arriba. La Roma había marcado el segundo, me dije.

Seguimos con los hielos inhóspitos, sodomía inglesa y almirante down, se oyó un grito más fuerte, sin duda era el 3-0 de la Roma que eliminaba a los que son más que un club.

El caso es que lo poco que había visto al FC Barcelona este año, no me había gustado mucho y no me extrañaba. Casi siempre vi un equipo descompensado con un excelente portero y Messi, por encima del resto.

Luego oigo que han sido un desastre y esas cosas, que han hecho un mal partido, aunque espero que no le echen la culpa a Messi que tantas veces me parece que ha maquillado resultados con su juego y goles.Después de todo esto es un juego colectivo. Y el otro equipo también juega y no debes menospreciarlo.

Me alegro que Kloop y di Francesco hayan hecho dos conjuntos competitivos, duros de pelar y que juegan a esto. El Liverpool se parece a aquel Dortmund que nos eliminó y la Roma ya me gusto en el primer tiempo de la ida que le vi.

Al parecer Guardiola se fue a la grada al descanso, porque arbitraba un spanish referee,  aunque lo cierto es que este señor es un esperpento acomplejado y un tanto limitado en sus horizontes como ya he apuntado, debe ser más que un entrenador, que morirá así en medio de sus complejos que a lo largo de su vida eclipsaron sus capacidades. No puede evitarlo. Yo le mandaba al Ártico ya que está en England.