España ha ganado la Davis, otra vez. gracias al equipo entero, al espíritu de Bautista. al esfuerso de todos, al talento puesto en servicio de la causa, a uno en especial, que por algo es el number one.
Reflexionaba cuando veía ganar a Nadal, lo que pensarán de él los chicos de 15 años, lo que sabrán dentro de veinte. Por mucho que me explique es cuestión generacional, lo que cada generación piensa, siente, sus prioridades, experiencias, su momento. El resto es memoria, historia, pasado. Pueden excuchar, los adolescentes, jóvenes, los nombres de Seve, Di Stéfano, Puskas, Santana o Nadal, pero no sienten nada, no los han visto, como si hablas de Alejandro Magno, Michelangelo o Napoleón, son sólo nombres, nombres famosos, muy conocidos. Quizá eso sea conveniente, bueno, sano. Cada uno debe vivir su tiempo, conocer su realidad, cometer sus errores, aprender, entregar el testigo a otros. Está muy bien aprender de la Historia, no repetir errores, pero también es cierto que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Quizá todo sea condición humana, que se nos olvida de reconocer como factor esencial.
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