viernes, 31 de mayo de 2024
A mi amigo C. la hora de la verdad.
No me refiero en esa hora de la verdad. Ni comento el grito difundido, en el instante antes de entrar a matar Talavante en las Ventas del Espíritu Santo, que no suele ser el comportamiento del público en ese momento respetuoso: "¡Piensa que es Pedro Sánchez!". Fin de la cita, risas. Buena estocada aunque este Sánchez no es sólo antitaurino sino antimadridista. Pero aquí estamos para hablar de fútbol, del partido del año. Nos falta Tchou, el resto los mejores disponibles. El rival es importante, ha jugado bien, ordenado, físico, solidario, las semifinales con fortuna en ocasiones, buen portero, Kobel, buen sistema defensivo o fallos del rival, la suerte siempre es bienvenida. Algunos juegan muy bien sobre todo Sancho... Brandt, Füllkrug, Malen, Reus ...que siempre me gustó para nosotros. Es curioso que los verdaderamente buenos ya han salido de allí, llegan otros, luego bien hecho, más todo se decide en lo que dura un partido. Ellos juegan sus bazas, lo que les interesa, ir de perdedores, mucho que ganar, nada que perder, la presión al otro, engañar, todo viejo. Nosotros debemos jugar la final con cabeza y mucho corazón, como somos, un equipo de Chamartín, Madrid, con sus cosas, de blanco, Noble & Bélico, veteranos y noveles no hay más, habrá alguna mozita y hasta el final como siempre ¿Cómo no te voy a querer?. La cita a las 20.00 locales una hora menos, sin rollo de favorito, con la sonrisa de Luca Doncic el que fue nuestro, un privilegio. Ojalá suceda como al final de la película The Cincinnati Kid donde Lancey Horward le dice a Stoner: You're good, kid, but as long as I'm around...
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