Las lecturas que hago de las recientes elecciones en Cataluña me sugieren palabras en mi intento, absurdo por otra parte, de sintetizar. Las palabras se mezclan con mi propia confusión. Me vienen a la cabeza innecesario, incoherente, irracional, ... votando poco más del 50% del censo unos pocos nos llevan de cachas. Pienso en estos últimos años, pienso antes de 2017, retrocedo a cuando íbamos muchas veces a Barcelona que me gustaba mucho excepto el odio catalino al Madrid incluso de los no catalanes de mi familia que asi se volvían. Y me paro. Avanzo, pienso en lo que creo era un millón, que se dice pronto un millón de votos, que iban a Ciudadanos qué se han repartido en la locura actual que al parecer vuelve a liderar el PSC de matices u amnistía.¿ A quién mandaría Puigdemont al festival de Eurovisión? Seguramente sería un coro/baile de sardanas con mosen Guardiola disfrazado de corista, X. Hernández con un botijo, Jordi Pujol con un rebaño, aquella alcaldesa Colau, Torras, Rufían de chulapo, los de Tous, Reventós, todos de coros de la sección femenina. No se cuántos votos sacarían pero si sacasen más que el resto de España sería un sólido argumento o como dice Sandro Rosell "soy partidario de una consulta y si sale a a favor del independentismo me voy de Cataluña" ¿ Cómo se ha llegado al absurdo que sólo produce distorsión? ¿No somos capaces de ir a lo esencial? Mientras el tal Puigdemont, vividor de todo esto, ahí esta en la frontera. Me han dicho que ya no come butifarra ni caracoles que tanto le gustaban porque se ha vuelto vegano como Trump. Putin, Biden, o la momia de Tutankamon.
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