La ley en su espíritu y su letra, su cumplimiento, la justicia. Los medios, grandes defensores de la verdad, cuyos responsables airean sus principios, son ante todo negocio. Reconozco que me siento despistado entre lo que dicen los medios, escritos en mi caso con alguna radio accidental que oigo, cuando los asuntos llegan a los tribunales, mejor antes de llegar. Ya se que hay abogados muy buenos, muy caros, que conocen su oficio, que utilizan los recursos legales para favorecer a sus clientes, que les pagan. Sabemos también lo que llama la atención mediática de un proceso donde los implicados son del famoseo o famosos o poderosos o políticamente jugosos. España en eso no es nada comparado con los USA, sobre todo si hay elecciones de por medio. Luego esta el mundo de las series, más que el cine, que da mucho juego hace que sin ser muy de series me quede con impresiones que luego no son reales. El caso de la tal Stormy está en los tribunales. Lo más relevante es que el acusado fue presidente de los USA, ya fue patético que llegase a ese puesto, pero le votan, como aquí votan a los que están. Si fuese sólo otra persona ni escribiría sobre ello. De los interrogatorios y respuestas se deduce que la tal Stormy quería pasta gansa, no se trata de servicios o no, se trata de con que dinero se pagaron y que ese pago puede ser ilegal y el cliente, posible candidato, hizo el gilipollas. Una vez se aclare Storrmy volverá a su vida y el posible candidato hasta podría volver a ser presidente porque el otro ya no utiliza servicios de ese tipo o los utilizó a principios del siglo XXI. Son tan mayorcitos que uno se pierde. Patético. Menos mal que hay otros eres humanos, no se cuantos, pero hay.
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