lunes, 29 de julio de 2024

El chandal de Maduro, el chandal de los olímpicos.

 

Estamos en días olímpicos, sin Rusia, como en los ochenta por quítame esas pajas, son oportunidades únicas. Hay que trabajar mucho, necesitas talento, tesón, trabajo, suerte, el momento. En Venezuela, Maduro va en chandal de deportista. Allí se necesita credibilidad en los resultados, que hay mucho culpable, tan petardo es nuestro ministro de Exteriores, o ha debido tener una epifanía veraniega, como el chavismo,. La UE se ha pronunciado,  USA, otros, esto hay que aclararlo. También hay que aclarar lo de la señora Gómez sin chandal. En el fondo todas estas diferentes actividades tienen una cosa en común y no es el chandal: huele a chanchullo.

No sucede los mismo con la gimnasia olímpica. En mi cole eran muy buenos, teníamos chandal de aquella, yo un inútil, mi cruz los aparatos. Eran campeones, un amigo de mi clase se dejó todos los dientes, literalmente, en las paralelas con 13 años. Había dos hermanos que hacían flip flaps, mortales o piruetas cuando atacábamos en partidos de fútbol, ya que los dos jugaban de porteros. Los juegos son cada cuatro años, lloran los que están cerca y pierden la medalla por poco.

He visto a un chino y un japonés en anillas fantásticos, uno mejor que el otro según los jueces, que belleza, coordinación, fuerza, elasticidad, reglas, sólo una será oro normalmente pero entiendes que es un deporte de gran precisión donde hay que estar acertado un día a una hora después de entrenar y entrenar. Su entrenador le ayuda a colgarse y partir de entonces se queda solo, completamente solo. Vamos como los políticos o los creadores de masters

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