Murieron con las botas puestas, con perdón.

Nunca el mundo, llamado occidental, llegó a estas cotas de sabiduría y bienestar, nunca tan mayor. Esto es un auténtico western. El país más influyente del mundo vive su paranoia, esto va bien, los demás seguimos el ejemplo, menos Japón como siempre. Ya sé que no soy americano ni lo soy ni puedo votar, tampoco soy ni asesor político ni influencer.  

Sé que el partido demócrata tiene un cierto problema para encontrar un candidato, tampoco muy joven. ¡Se trata de salvar América! for God's sake, y se supone que debería ser demócrata, pero si no hay registrados demócratas habrá que encontrar otro. De pronto leí la noticia, nada alegre, que Eastwood, Clint Eastwood, se había quedado viudo, su ultima compañera treinta y tantos años más joven a la cual echará de menos había fallecido. Ya sé que Eastwood no es votante demócrata y no se si estaría disponible, peor era Reagan. Desde luego sería una sorpresa para Trump, tirón electoral y como On the line of fire vuelta a The White House. 

Ya se que es un tipo duro, presuntuoso, arrogante, no tan suave como Sánchez, habría que prepararle los discursos para no ofender a las minorías, bueno como a todos, pero toca el piano compone música, fue alcalde en Carmel y puede ganar a Biden o Trump en tiro al plato. A grandes males grandes remedios. Es fotogénico, la cámara le adora. Lo malo es que necesitaría tener una primera dama ¿Qué tal Angie Dickinson con boda en The White House o Carmen Lomana para el toque latino e idioma a su estilo?.  Mi máximo respeto a Eastwood como cineasta,  Él siempre dijo que para hacer una película tiene que ver  el corazón de la historia, en este caso USA le necesita Mr Eastwood, ese es el meollo. Lo malo es que a lo mejor prefiere hacer otra película, esta enamorado o le apetece tomarse un copazo frente al mar tocando su piano.