Leí el New York Times del 11 Septiembre de 2013, con una foto del presidente cabizbajo en la arcada de White House, al estilo JFK. Pensaba como Hamlet si atacar o no atacar a Siria y la oferta de Putin.
En las páginas 2 y 3 donde normalmente prestigiosas marcas plasman sus anuncios, supongo que no baratos, no me tope con ningún anuncio. Ese día había esquelas, grandes esquelas, con frases sencillas y anagramas comerciales. Se trataba de recordar SEP 11.
Tiffany & Co, Macy's, Bloomingdale's, Brooks Brothers, Lord and Taylor, Chanel . Todos clásicos de New York City, homenajeaban con palabras como honor, recuerdo, por siempre, y a veces futuro y esperanza.
Y me acordaba de Oriana Fallaci y su libro "La Rabia y el Orgullo" que le inspiró ese día de muerte, viviendo en NYC. Un libro, segun ella, no muy bien escrito, pero que creía ponía el dedo en la llaga. No era un libro, era un grito para despertar al mundo occidental.
No era persona politicamente correcta, estaba luchando contra el cáncer. Todo el mundo le decia que se tranqulizase y ella quería gritar lo que veía. Como en esas películas, cuando la policía no hace caso de lo que dice un testigo; porque le ven histérico o el malo hace muy bien de bueno. Al final como el héroe no piense que hay algo detrás, el malo sale de rositas.
Fallaci tenía la idea de que el mundo occidental estaba siendo asaltado, de un punto del planeta a otro, por el Islam. Las palabras de los últimos años de su vida se toman como las de una persona que odia. Nada cuenta su vida pasada, por lo que lucho y el hecho de que su consideración como profesional de primer nivel estuviese fuera de toda duda.
Era impulsiva, luego era peligrosa. Ella decía que el Islam era pasión, que el mundo occidental había perdido la pasión, que era conformista, acomodado, un tanto cobarde. Que ella no estaría aquí para ver el declive. Quizá es simplemente ley de vida, fases de la Historia.
No sé yo si se ha analizado lo que dijo. Resulta muy incómodo y se asocía a determinada ideas porque se le tacha de intransigente, xenófoba, incitar a la violencia. Mientras es un hecho lo que avanza en este mundo y lo que retrocede.
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