Sed de mal.

Ayer volví a ver "Touch of evil", que buen título, que magnifica peli, en V.O. Gana mucho en inglés. ¡Qué cinematográfico es todo en ella! ¿Por qué? Me temo que Wells tiene mucho que ver, como todo lo que tocaba; aunque estuviese en unos grandes almacenes, rodeado de señoras americanas recitando a Shakespeare. Quizás la cinta debería titularse "Touch of genius".

Las interpretaciones son muy buenas. Heston, el propio Wells, los extraordinarios secundarios dignos de Ford; la belleza de Janet Leigh; pero todo queda relegado por el timing, el montaje ¡ los planos ! Puro cine, la esencia. La luz, las tomas siempre retadoras, como pinceladas en un cuadro sublime; hasta el bigote de Heston o las poses de la Dietrich quedan bien. Supongo que cualquier cineasta la ha visto una y otra vez, como fuente de inspiración.

Y parece ser que fué un encargo de estudio. En esos tiempos en que los estudios encargaban movies como churros. A veces salían obras maestras.  El Sr. Mourinho puso de moda lo de jugador top, entrenador top. Está es una peli top 10 de la Historia del Cine, para mí. Por cierto CR 7 es top 10 de la Historia del Madrid, que no es poco. Lo digo para ver si dejan de discutir sobre el mejor del mundo y crean una clasificación más acorde, con la cantidad de factores que intervienen en cualquier clasificación humana.

Llegan a decir que Wells acepto el reto de dirigir algo basado en un guión mediocre para crear una obra sublime. Propio del carácter de Wells, conocedor de su capacidad. La gente, que tiene este tipo de capacidades, también tiene sus defectos y excentricidades o rarezas, incluso les gusta la buena mesa, los puros y los toros. Hichtcock se inspiró en una de las escenas en el motel para luego rodar Psicosis, no me extraña.

Nosotros no tenemos un Wells de la política; aunque los restos del original descansen en suelo hispano. Me pregunto si sería posible por parte de todos, empezando por los políticos, construir una España mejor y completa; aunque el guión no sea muy bueno. Wells consiguió con los actores, repitiendo y repitiendo, que se involucrasen, que aportasen y dirigidos por él, participar orgullosos de una obra, que al verla en la gran pantalla les hacía sentirse orgullosos de ellos mismos.