Ante las encuestas siempre te quedas un tanto perplejo, tienen un carácter científico, deben ser rigurosas, profesionales y dependen entre otros factores del momento elegido para la consulta, unos y otros las utilizan siempre sus resultados de forma interesada.
Mr. Cameron dice cosas sobre emigrantes en Reino Unido, sobre la Unión Europea, o no dice sobre Escocia, hay que ganar votos o no perderlos demasiado, hay que moverse en la delgada línea podrida del camelo, sus asesores le recomiendan lo que debe decir al examinar las encuestas. Mr. Obama manda los aviones de un portaaviones sin ocuparse de las encuestas, aunque un periódico como "El Mundo" en una fotografía anuncie que son aviones de la Fuerza Aérea despegando de una base. Ignorancia vergonzante señores periodistas.
En el PSOE se han producido cambios, o intenciones de cambio, en estos últimos meses, y un señor apellidado Sánchez se ha convertido en su secretario general. No ha hecho nada, no tiene antecedentes que valorar, sólo las intenciones de sus partidarios o los que apuestan por él, junto a sus enemigos/rivales que son más internos que externos, sin embargo, como en el pasado caso de Rodríguez Zapatero, se iguala en intención de voto al partido en el poder. Quizás la respuesta está en la hartez o en la peculiaridad del pueblo español que votan a lo de siempre sin ningún sentido crítico, es decir a los que siempre han votado hagan lo que hagan o que se pasan "desilusionados" a cualquiera que pueda prometer y prometa, pueda o no pueda.
Me recuerdan los españoles a esas mujeres engañadas por el comportamiento egoísta del marido que vuelve arrepentido de sus escaramuzas sexuales y es aceptado una y otra vez
¿Es inseguridad, inmadurez, miedo a la soledad?
La conclusión es que poco hay que hacer para escalar en las encuestas, como poco hay que trabajárselo para ser indultado.
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