Muchas veces he pensado en lo que ocurriría si en el Islam hubiese una sola tendencia y no esas dos ramas al parecer irreconciliables.
Aparentemente sus acciones serían más coordinadas, pero puede que no, porque en el fondo lo que hay en juego son sólo intereses políticos, disimulados u ocultos en cuestiones religiosas.
Es algo así como "Kingdom of Heaven" de Ridley Scott, una película, que como algunas de este gran director se queda a las puertas de algo realmente inolvidable, a las puertas del cielo y la gloria cinematográfica.
En las discusiones, o conversaciones, entre los distintos personajes, acaban hablando de política en una Cruzada donde el nombre de dios ya sea el de unos u otros se utiliza frecuentemente en vano, sobre todo cuando el de los cristianos dijo claramente que su reino no era de este mundo
En ese film, que utiliza la Historia con el propósito de hacer la cinta al gusto de alguien, a veces fiel, a veces infiel a los hechos, acaba con Salah ad Din en plan figura. Este suní nació en el actual Irak donde ahora pueden volver los aviones norteamericanos para evitar una república islámica ¿Es evitable?
Me parece que el líder, y seguramente sus consejeros, de los USA no está por la labor y si ellos no ponen a sus soldados sobre el terreno ¿quién lo va a hacer?
Y seguramente si hiciesen ese esfuerzo brutal que se paga en vidas humanas sería como retrasar lo inevitable, porque los musulmanes partidarios de cualquiera de las dos ramas piensan que a la larga ganarán. No todo es sobre el petróleo aunque el petróleo este presente en las decisiones, pero no se puede utilizar como pretexto. Difícil coyuntura para loa USA, que con el tiempo volverán a financiar otra película que hable de reinos y cielos entre mujeres más hermosas de lo habitual.
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