domingo, 4 de octubre de 2015

Ni el pasado ni el futuro, la realidad en 93 minutos.

Lo que dura un encuentro de fútbol ya no se sabe con certeza, depende de las pérdidas e incidentes. Ademes si el resultado es muy claro los "locutores entendidos" dicen que el árbitro debería pitar ya el final, para evitar sufrimientos.
Esta noche, amenazante de lluvia, y con permiso de la autoridad, se jugará eso que llaman derby, de la capital, para copiar malamente a los ingleses, que suena cool, pero en realidad es un poco hortera, de los horteras de ahora.
No se lo que pasará en el V. Calderón. Lo del año pasado lo viví in situ, directo, con esa masa que no para de gritar contra el Madrid; que disfrutó muchísimo con todo y acabó en el séptimo cielo. Yo al Madrid ni le vi sobre el terreno, vamos a ninguno. Ese es el pasado reciente.
El futuro lo desconozco. El Madrid está haciéndose, y ha perdido su espontaneidad, por decir algo, y tampoco acumula un índice muy grande de aciertos; más bien está fallón en los momentos decisivos; con rigor, disciplina y pocos goles encajados, hay preocupación por no descomponerse y dejar huecos; sin embargo en ocasiones se rompen.
A los del Atlético de Madrid no les sigo, la verdad. Los jugadores que incorporaron me gustaban mucho en sus equipos de procedencia. Oliver me parece muy buen futbolista y Correa con mucho presente/futuro. Les falta Koke que la pone muy bien.
Su entrenador, el favorito de los "expertos" porque no está en el Madrid, ya sabemos como es. No necesita motivar para esta noche, saldrán con el cuchillo en la boca o en el pie, agresivos, presionantes desde el delantero centro, y se entregarán, porque les hace especialmente felices ganar al Madrid. 
Para nosotros es la primera prueba importante del curso, el rival representa la mitad de la ecuación, el resto lo ponemos nosotros.

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