Supongo que ser agradecido es algo que hará que no se me juzgue muy negativa y severamente, es como el amor de madre que te puede salvar.
En los principios de los 70, y posteriormente, el talento de Gene Wilder como actor, escritor, creador, me hizo descubrir cosas interesantes y eso es de agradecer. Además si Mel Brooks en su epitafio dice de él lo que dice, es que algo debía de haber.
Lo curioso es que los especialistas que mencionan su fallecimiento en los medios no lo sienten, no han vivido con Wilder. Parece que han ido a wikipedia y se han "informado", como entienden algunos la información.
No he encontrado una frase que me hiciese creer que sentían algo por este Pobre genio que pretendía cambiar el mundo, en palabras del monstruo de "The Young Frankenstein" cuando le trasplantan el cerebro del doctor y ...algo más.
Mencionan los expertos, su éxitos con Richard Pryor, los excesos de este, sus colaboraciones con Brooks, el descubrimiento suyo por Anna Bancroft , maravillosa señora, pero nadie menciona su sentido del humor, su agudeza para el gag, sus gestos sin hablar vestido de cazador de zorro y desayunando en Transilvania.
Sus retos, sueños, decepciones.
Como todo tipo que merece la pena debió de ser una gran experiencia compartir con él esos momentos largos y tensos de la creación de una película, que luego se plasman en breves instantes para la posteridad. Hasta en "Woman in red", ante el bello, en extremo, espécimen femenino que le obsesiona, sus caras lo expresan todo.
Nunca me pareció un hombre feliz en el total de su vida. Creo que tuvo sus momentos, pero acontecimientos y decisiones, le produjeron ese desengaño final que acompaña a la enfermedad de la decadencia. En la última y larga entrevista que le vi ya no quería reírse y eso no es buen síntoma.
Ahora bien el agradecimiento por resucitar el espíritu de Groucho y descubrirme su ingenio junto a la locura de Brooks, es más que suficiente.
¿A quién hará reír ahora?
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