Napoli es una ciudad hermosa, muy bonita; su bahía se abre al Mediterráneo generosa y lo hizo durante siglos como centro del Mare Nostrum junto a Sicilia. Los españoles lo sabían, los ingleses también y los franceses no llegaron.
Tuvo su rey y fue de La Corona de España. Hay muchos recuerdos nuestros en sus edificios, calles, sus formas, sus gentes, su lengua y la música de Roberto Murolo. El Vesubio amenazante sepultó una vez la bella Pompeya, ahora quieren sepultar al Madrid.
Sus habitantes son abiertos, supersticiosos, con la sabiduría de los que han visto de casi todo y creen en sus cosas, han visto demasiado; disfrutaron del mejor Maradona, extraordinario jugador y persona nada ejemplar. Van a intentar eliminar al Madrid.
La Iglesia Católica llama prodigio, no milagro, a la licuacion de la ampolla con la sangre de San Genaro que ocurre tres veces al año, no por estas fechas. Si esto no sucede las catástrofes son la alternativa.
Ante esa situación hay que salir al campo de San Paolo y jugar al fútbol. Su entrenador me parece conocedor de las circunstancias y nos va a planetar un partido difícil. No sé cuál será nuestra respuesta porque tenemos dos caras con los jugadores de siempre.
Es fútbol, un gol inicial tempranero, una tarjeta, una expulsión,....un error. Y San Paolo gritando pase lo que pase. Son solo octavos queda mucha tela que cortar.
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