No cabe duda que la vida se resume en el gran teatro que es el mundo.
¿Volverán las historias de la puta mili? En las Españas casi unanimemente eran batallas en el Ejército de Tierra. La mar imprime otro carácter.
Fue el presidente Chirac el que acabó con el servicio militar obligatorio en Francia, antes del fin de siglo pasado. Al mismo tiempo proponía asuntos para la defensa europea que luego los británicos situaron en su dimensión NATO y que los americanos, al principio, miraron con cierto susto.
Macron, actual mandatario, ha pronunciado un discurso anunciando un aumento importante al presupuesto de defensa, sin concretar aspectos y lo ha justificado porque el mundo es peligroso. En efecto lo es, siempre lo ha sido. No cabe duda que lo que dice este señor no provoca reacciones en contra, los demás mandatarios europeos se quedan clavados por esta versión francesa, por el momento. También señala que volverá a establecer el servicio militar obligatorio al menos por un mes. No se para que sirve esto en concreto. La eficacia para el combate, los conocimientos, como soldado en un mes son difíciles de adquirir, pero al menos puede que pretendan la involucración del ciudadano, que huela un poco y deje el móvil en la taquilla. Como es Macron el del discurso, pues suena cool, como si fuese el mismísimo Obama, renacido, el que hace la propuesta. Las apariencias son el salvoconducto de nuestra sociedad.
O como dice Robert Redford, "ahora el papel de los hombres es escuchar". Interesante pensamiento para desarrollarlo en espera de que Maron concretice.
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