Existen las medallas, las condecoraciones, que a todo el mundo agradan, no importa su condición. Se produce, no siempre, el reconocimiento que suele llegar tarde y póstumo. Se confunde, en ocasiones, el cumplimiento de las obligaciones, con conductas extraordinarias porque nos vamos olvidando de los quehaceres diarios. Y existen los héroes, anónimos la mayoría de ellos, silenciosos, humildes y sencillos. Salen a la palestra cuando no les queda otro remedio, muchos de ellos confiesan bajito que hicieron lo que hicieron ya que no les quedó otra solución, por vergüenza torera. Hay héroes que no hablan, que puede que no sean conscientes de sus acciones, su trascendencia.
Un perro collie llamado Piper, nombre de avioneta, ha fallecido hoy en USA.
Su muerte se ha producido por un cáncer de próstata y ha aguantado trabajando hasta el final. El veterinario, junto a su dueño, han hecho lo imposible por salvarle y evitarle sufrimientos.
Este perro era famoso por su labor en un aeropuerto de Michigan, US, ante cualquier condición meteo, ahuyentando aves, que son sumamente peligrosas para las aeronaves. Se hizo popular por aquellas cosas que pasan en las redes sociales, por ser fotogénico y posar cual Indiana Jones con naturalidad. Seguramente se divertía mucho haciendo su trabajo, disfrutaba entre las pistas corriendo y controlando sin darle trascendencia al asunto. Ahora le echarán de menos y su amo busca quién lo reemplace. No ha llegado a retirarse, ni cobrar pensión, ni lamentarse porque la vida no le dió lo que merecía. Quizás los de Disney hagan una película como la de K9, murió casi en acto de servicio porque todo su vida se dedicó a servir. No se sabe si deja descendencia.
Los humanos somos más complicados.
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