Aquí estamos Mr Trump

Ya saben que cuesta llegar a California, al menos desde la península Ibérica, son más de doce horas de vuelo, en condiciones de viento normales, varias películas y gente de todo tipo alrededor. ¿Quien viaja tan lejos en estos días de verano? Pues los llamados jóvenes (amplio concepto actual), niños que  se cansan de Disney y quieren gatear por los pasillos, personas mayores (otro amplio concepto), cuartos de baño con colas y pasta o pollo para comer. Claro que no hace tanto venir hasta aquí era una aventura que podía costar la vida. No he llegado en caravana ni los indios me persiguieron, no hubo flechas, ni tiros, al llegar te espera Home Security y las colas. Ahí te das cuenta de lo grande que es esto, la mucha gente que admite, los que intentan colarse, las razas, lenguas, pasaportes, religiones, costumbres y el jolgorio de este lugar. El amable officer me dijo Welcome back, fue veloz conmigo, comentó que era un día normal, que las dos horas de cola...todo normal, aunque haya sistemas electrónicos o aplicaciones de móvil. Es mucha gente. Te das con la humedad tropical de LA y para ti, tu organismo, son las cuatro de la mañana sin haberte ido de juerga.