En una cola, antes de entrar en un sitio, creo de origen Singapore, donde se come comida china, Din Tai Fung, de mucho éxito, en Glendale, me quedé leyendo un cartel en la entrada. Mientras una dama provista de auriculares, ordenador, básicamente adiestrada, tomaba nota de nuestras intenciones de comer, nos introducía en el sistema, otra dama venía a llevarnos a una mesa. Yo seguí adándole vueltas al cartel anunciador de toda una filosofía. Ese cartel exponía el amor por los animales en aquel lugar de comidas, adoraban a los animales, conocen las leyes, PERO no admitían animales allí, sólo animales de "servicio", que al fin y al cabo siempre están de guardia. En California donde se ven los perros más feos y absurdos, en una vana sustitución del ser humano que es mucho más complicado y caro, que los aguantas por sus dueños, sin tener los animales la culpa de nada, no podían entrar perros. No me lo creía. Lo curioso es que el anuncio obedecía a lo que se considera por aquí suficiente, para mi es de una gran hipocresía. Si fuese judío, si fuese Mel Brooks, haría un gag: "En Alemania, 1940, un cartel de un restaurant diría, queremos mucho a los judíos, pero les exterminamos, a no ser que sirvan para algo". La broma sería políticamente incorrecta. Unos se meterían con Brooks, otros también. Al fin y al cabo puede hacerla porque es judío. Me quedé reflexionando, es la filosofía barata que impera por estos lares, que luego exportan.
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