Quizá estas galas, estilo, formas, fondo, palabras, nos reflejen, aunque no nos guste la imágen en el espejo, o si.
Noche de cine, noche de Goyas, dicen. Mira que me parece un genio el pintor de Fuendetodos, pero estos premios del cine no suelo verlos. Suelen ser largos, aburridos. Vi la genial imitación de Martes y Trece, al inicio de los premios Goya, con tras nueve horas de cita dos premios repartidos; las actrices de aquellos nombres tan de actrices, la repetición del revisor pidiendo los billetes a la señora que va a Cracovia en busca de su hijo. El fondo de la imitación sigue en vigor, son una copia hispana de aquellos de Hollywood sin vida propia, que salvo genialidad también aburren, aunque como dice el presentador aquí somos más cariñosos, no tenemos tan mala uva.
Podría decir las pelis que van a ganar sin haber visto la mayoría, me muevo por intuición. Si a Almodóvar no le dan su premio le dará un ataque, Cannes/ Hollywood lo han reconocido, la Academia temblando por el pasado, el autor manchego estará con el estoque preparado; a Amenábar le darán algo, "la Trinchera infinita", que puede que sea la mejor, se quedará a las puertas excepto la actriz principal.
En fin como todos los premios, condecoraciones o recompensas, son asuntos opinables, llenos de polítiqueos, intereses, consideraciones más allá de los valores artísticos. Luego con toda la naturalidad del mundo habrá alfombra roja, vestidos, intentos de glamour, algún número de los nominados, lenguaje sin mucha clase, alusiones a los partidos políticos, sin meterse con el gobierno recién nombrado porque es de progreso, feminista, de izquierdas, todas esas cosas, supuesto patrimonio totalitarista del mundo del cine.
Noche de cine, noche de Goyas, dicen. Mira que me parece un genio el pintor de Fuendetodos, pero estos premios del cine no suelo verlos. Suelen ser largos, aburridos. Vi la genial imitación de Martes y Trece, al inicio de los premios Goya, con tras nueve horas de cita dos premios repartidos; las actrices de aquellos nombres tan de actrices, la repetición del revisor pidiendo los billetes a la señora que va a Cracovia en busca de su hijo. El fondo de la imitación sigue en vigor, son una copia hispana de aquellos de Hollywood sin vida propia, que salvo genialidad también aburren, aunque como dice el presentador aquí somos más cariñosos, no tenemos tan mala uva.
Podría decir las pelis que van a ganar sin haber visto la mayoría, me muevo por intuición. Si a Almodóvar no le dan su premio le dará un ataque, Cannes/ Hollywood lo han reconocido, la Academia temblando por el pasado, el autor manchego estará con el estoque preparado; a Amenábar le darán algo, "la Trinchera infinita", que puede que sea la mejor, se quedará a las puertas excepto la actriz principal.
En fin como todos los premios, condecoraciones o recompensas, son asuntos opinables, llenos de polítiqueos, intereses, consideraciones más allá de los valores artísticos. Luego con toda la naturalidad del mundo habrá alfombra roja, vestidos, intentos de glamour, algún número de los nominados, lenguaje sin mucha clase, alusiones a los partidos políticos, sin meterse con el gobierno recién nombrado porque es de progreso, feminista, de izquierdas, todas esas cosas, supuesto patrimonio totalitarista del mundo del cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario