El rollo de Anfield.

Ayer, por esto de la situación que vivimos, me puse a ver el Liverpool-Atlético de Madrid. Empecé con el PSG-B. Dortmund, pero me desilusionó. La matraca de los medios sobre Anfield, la Premier, me tiene un poco harto porque llevan ya mucho tiempo dandole a la muy, en inglés naturalmente, los de allí, y es lo que es, con más libras, menos sol, más cerveza. Son campos de buena hierba (he estado en Anfield, sin sentir ninguna aparición espiritual ni éxtasis), conozco varios estadios de England. Me acuerdo cuando les castigaron por la tragedia de Heysel, sin jugar en Europa, los jugadores que tenían, Cantona, pensaba que no se medían con el resto. Inventaron este deporte, luego llegó la Hungria de Puskas y les puso en su sitio. El fútbol no es de resúmenes televisivos, dan una impresión falsa. El fútbol son 90 minutos, dos contra dos, el rival complica/cambia todo y los árbitros. Antes del partido me parecía que el Liverpool, que nunca camina sólo, como si fuese el único, flojeaba últimamente. El equipo del Cholo, Mono, Profe, etc... es justo vencedor del vigente campeón. 

Los locales han luchado, físicamente poderosos, sin talento para finalizar, frustrados, con cara de ingleses de gesto estirado que palman. No rebasaban al contrario, sus centros, sobre todo después de encajar goles, los televisaban a la defensa, varios jugadores, aunque se esforzaron, no estaban finos. No se gana con Henderson & company, necesitas más. La ausencia de Allison no es la razón única.

El Atlético ha optimizado todo sus recursos, excelente Oblak, como es lo habitual, defensa sin fallos, tres oportunidades tres goles, cambios que han salido perfectos, fortuna (el otro factor del juego) a favor. Veía a Llorente marcar dos veces como si fuese Ronaldo, el brasileiro, en Old Trafford. Le daba un pase a Morata que finalizaba en el último momento, con clase, eficacia, arrollidamiento, es del Atlético, que bien que sean felices, que triunfen. Todo perfecto, así es el fútbol, como la vida, un frenesi, una ilusión, un sueño, una ficción. Ingleses que el mayor bien es pequeño.