A las 1555 hora local en Washington D.C. me he puesto a oir al presidente Trump en la CNN, un tipo que no es exactamente la idea de lo que un buen político debe ser. Larga intervención con muchas preguntas. Se trataba de explicar lo que USA va a hacer, el poder del gobierno federal, medidas a tomar, para afrontar la situación ante el enemigo covid-19. Mr Trump, ha dirigido la presentación, orquestada, introduciendo a cada uno de los representantes del sector privado o del público que van a actuar, estamos en año electoral, ya saben. Como si se tratase de FRD en WWII, motivando a sus compatriotas, sin su clase, estilo, inteligencia, conocimientos, experiencia en la administración, educación, tradición familiar y todas las virtudes que adornaban a Franklin. No obstante ha hecho una exhibición de las capacidades USA, a medio gas, las medidas, cuando se ponen medio en serio, además de mencionar los 50 billones de dólares. Lenguaje barato, de amigos, amiguetes, enemigos, ignorando a muchos.
Ha contestado a preguntas con su estilo, sin profundizar, poca calidad de las respuestas, incluido porqué UK si puede volar a US por ahora, con la cantidad de casos que tiene ya reconocidos, o sus riesgos de contagio, igual de pobres todas las contestaciones, desafiantes, chulescas, sin sustancia, han sido otras respuestas. El Dr Fouci (que no asentía con la cabeza como la mayoría) aportaba sensatez, la Dra Birx politiqueo con sentido, Mr Pence hacía la pelota, justifica a su jefe, le protegía, como convencido de qué líder tiene su país. Me preguntaba ¿qué pasa en el mundo?, ¿donde está la vieja y civilizada Europa, sus líderes? ¿Dónde estamos en las Españas? No me creo un complot chino, o de otro tipo, o un accidente, pero no me quito la sensación de algo oculto o que esto de los contagios no se para y la respuesta sanitaria se colapsará.
Pues, ojalá no se cumplan tus sensaciones, querido Fernando. Pero sí, se ha perdido la grandeza de los políticos; por eso no tenemos líderes.
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