Hay fotos que impactan y provocan situaciones dificiles de conseguir de otra forma; ademas multiplican exponencialmente el tiempo de reaccion, sensibilizan a los que leen confortablemente los medios desayunando y confio que contribuyan a solucionar el problema.
En Nigeria cerca de la capital una rubia danesa, que dirge una ONG, ayuda con agua y galletas a un infante desnutrido, sucio, abandonado en la calle, que lucha para sobrevivir con los perros.
Increible siempre, sorprendente hasta la nausea en este siglo.
Al parecer no es un caso aislado.
En ese pais, al cual cuesta calificar, existen creencias que colocan el calificativo de brujos sobre personas tan indefensas e inocentes, que sus progenitores les abandonan en la calle sin mas.
No se puede pensar que sean aforunados por seguir viviendo, o si, pero a otros les torturan antes de abandonarles o les matan directamente.
Las autoridades niegan que se cometan tales actos de barbarie porque hay una ley reciente pero las dudas existen y los testimonios de los testigos presenciales albergan pocos dudas.
Mientras en este rico, o muy rico para algunos, mundo occidental lo mas parecido es un homeless, aunque no tan jovenes, tan indefensos.
Algo hacemos rematadamente mal.
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