San Fermín, vuelve San Fermín, todavía con la pandemia, quizá aquí en los USA se conozca España, o mejor se reconozca, por toros, flamenco, guitarras y ...los San Fermines, donde hay mucho vino, mucha gente, nada de flamenco y toros, toros que corren, toros que se quedan un tanto atolondrados entre tanto gentío. Culpa tiene Ernesto Hemingway sobre todo y menos Welles y su habano que salían en todas las barreras de Las Ventas o Pamplona. Es curioso porque ni muchos españoles saben lo que significa realmente San Fermín, ni lo han vivido nunca en vivo, menos cerca de los cuernos, ni chupinazo, ni Estafeta, ni ruido, ni miedo, menos correr delante de un toro. Te juegas la vida, tiene algo de casi minotauro. Yo confieso que un par de veces pensé seriamente en ir a Pamplona en julio, tenía mucho de emocionante, de sentir esa adrenalina absurda del que se juega lo que dicen que más valor tiene, aunque yo no esté tan seguro. Mañana no se si hablaremos de Boris, incapaz de correr delante de un toro, como tantos.
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