Al fin se va con la sensación de haber sido lo que no debe ser un político... demasiado. Recuerdo un alcalde, de Londres, de nombre ruso llamado Boris nacido en Manhattan, entonces yo iba mucho a Londres, me relacionaba mucho con ingleses, hasta mi jefe era un inglés. Johnson alumno de Eton, donde siempre pensé que valía la pena hacer un esfuerzo, no acertaba a decir si era simplemente un niño travieso, dinámico o algo más. Boris me hacia algo de gracia, podría parecer auténtico, claro que no es lo mismo ser alcalde que primer ministro; me parecía un tipo nacido para la política y un poco gilipollas, si se me admite, para ser claro, quedaba lo más importante ...su fondo su honestidad. Mucho tiempo en la City, luego ministro de Exteriores donde empezó a cagarla, en efecto es un personaje pragmático, oportunista y populista, además ambicioso muy ambicioso diría yo ; dado su carácter tuvo suerte de nacer en este Reino Desunido de espada caída. Le han echado, se ha ido, ha cometido muchos errores, ha faltado a la verdad, porque le falta criterio, valores, y entiende la política como adaptarse a las corrientes lo cual en parte es cierto, pero llega un momento en que todo hombre, o woman que dirían en Monty Python, tiene que hacer lo que tiene que hacer, no se puede ser deshonesto; este individuo ha sido forzado a hacerlo porque ni ha sabido ni ha tenido el coraje. Lo malo es que UK lleva mucho tiempo sin un medio líder de garantías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario