En el Reino Unido, Jeremy Corbyn ha sido elegido como jefe de la oposición, en el partido Laborista, y debe formar el gobierno en la sombra. Rápidamente Mr. Cameron anuncia que es una amenaza para las seguridades de todo tipo; la económica, la de las familias ( o sea los ciudadanos) y la seguridad nacional.
Vamos que todo está en peligro en la pérfida Albión. No será para tanto.
Si ocurre que este político, ya veterano, no parece que se eche atrás en su "ideales", pero claro la libra es la libra.
Estos ideales, los del mundo occidental, aunque atraen a los refugiados que huyen de la muerte casi segura, los que corren o nadan por sobrevivir, no se si son espirituales o materiales. El confort entra por los ojos.
La vieja y civilizada Europa lleva siglos exponiendo los ideales de la cultura judeo-cristiana, adaptándose con politiqueos a las circunstancias. Se han construido bellas obras, se han destruido otras muchas, ha muerto mucha gente y en los USA, al otro lado del Atlántico, reside la mejor expresión del sueño occidental, que también tratan de alcanzar por la frontera de México o como sea.
Esos ideales han funcionado, con muchos errores y grandes logros; sus reglas del juego pueden perfeccionarse en el tiempo; son lo menos malo de las obras humanas para regular la convivencia entre los humanos, se llama democracia liberal.
Básicamente sus ideales son los mismos desde el comienzo aunque puede que las necesidades y circunstancia hayan cambiado y lo que cambiarán. Eso no significa que las formas que tratan de imponer las repúblicas islámicas, los sueños de cualquier seudo dictador, los regímenes totalitarios que perduran o las ansias unilaterales de cualquier político local para perpetuarse en el mangoneo, en nombre de la libertad, desaparezcan.
Eso de la ideas occidentales es una obra de humanos para seres humanos y arrastra su condición, lo que obliga a vigilar, corregir y mantener los principios.
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