Como no veo la televisión de sus andanzas no puedo opinar. Me barrunto que los tertulianos seguirán repitiendo hasta la saciedad argumentos y los de los partidos soltando sus monsergas sesgadas.
No he vuelto a leer una encuesta seria, sobre la elecciones del 27, y si que se observan cambios en la intervención de asociaciones o corporaciones, gente que representa grupos influyentes de ciudadanos, que se ha mojado ¿Es tarde?
Lo ignoro.
Cierto parece que el resultado (conforme a encuestas de inicio campaña de primeros de septiembre) se antojaba apretado con una tendencia a la victoria del grupo pro independencia y la duda de la mayoría absoluta. Aparentemente todos piden la afluencia masiva y me da la sensación que hasta ahora los llamados independentistas han hecho mucho más ruido.
El posible votante del No, a la separación de las Españas, se debate entre sus preferencias de partido y su miedo/timidez/cobardía a decir lo que piensa que forma parte de la vida en esa autonomía.
A los de la independencia se les oye, fuera del ámbito de los medios que controlan, repetir consignas y poner cara de estreñimiento.
Quizás si Pau Gasol hubiese expresado de otra forma, en el post partido, su gran satisfacción por alcanzar la final, los de la independencia se hubiesen crecido. Su grito en ese mate-canasta excepcional, su mirada desde sus 2,15, su fuerza-garra, su explosión de puro baloncesto fue perfectamente captada por las cámaras y creo que silenció a los franceses del pabellón de Lille.
Ellos, probablemente, con su Marsellesa, que tan bien queda cantada a cappella, lo ven de una forma diferente
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