Las elecciones en Cataluña colean. Ahora hay que formar gobierno.
Leo lo que opinan los que escriben en The New York Times, Le Monde, The Guardian; corresponsales en las Españas o extranjeros, británicos, que viven aquí y tienen su prestigio.
Y en lo único que logro coincidir al 100% es que el problema es gordo.
Aunque no lo digan, yo apunto a que los actores principales no tienen el empaque ni la categoría necesaria para encontrar una solución. Se formará un gobierno, con pactos, como tantas veces en sistemas parecidos, aunque sean pactos anti natura, y la mayoría parlamentaria de los llamados separatistas, continuará remando hacia su objetivo.
Desde Cataluña no se puede esperar otro comportamiento. ¿Y el resto de las Españas? ¿Van a hacer algo? Los actores también flojean.
Ante la sensación de impotencia y frustración hablamos de fútbol, aunque de fútbol hablamos poco; más bien es verborrea alrededor de los partidos, historietas del pasado o repetición de batallitas.
Los medios, muchos, siguen a lo suyo, tratan de captar la atención diciendo: "Vuelven Mou y Casillas "¿A quién le importa? Como dijo un aficionado de Oporto, con mucho criterio: "si ha venido a jugar aquí es que ya no es lo que era".
Ahora bien de algo hay que hablar. Al fin y al cabo aquí se habla más de hijos de padres famosos que no dan un palo al agua, de las antiguas gestas de los progenitores, que de la ineptitud de unos y otros en el momento presente.
Se habla de la lesión de Messi, gran jugador, el mejor de su equipo ¿Se resentirán por su ausencia? Creo que cuentan con muy buenos jugadores, suficientes y lo que deben hacer es jugar diferente a cuando esta Messi y ganarán muchos partidos.
No hay puntería, se fallan muchos goles, fulanito fue muy bueno hace siglos,...en mis tiempos.
Y es que en fútbol política o puro cotilleo usamos el mismo método: el bla, bla, bla.
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