En una mezcla loca de noticias las cosas de Trump ( sus improperios electorales y la realidad de lo que haga, se mezclan en una vorágine como los programas de fútbol o cualquier tertulia política), sus todavía no decisiones nos llegan. Y naturalmente se habla defensa, de gastos, de planes (?).
Aparece en el horizonte la Desunión Europea como una institución que pretendiese tomarse en serio la defensa y esto sería por primera vez, porque nunca ha sido así.
No lo ha sido porque la NATO, u OTAN, ha estado ahí de antes, es decir porque los USA estaban ahí, con sus gastos, capacidad y toma de decisiones.
Los de Washington ejercían el control absoluto, con UK (los del Brexit detrás); la Unión Europea estaba para donde o cuando la NATO permaneciese calladita, evitando cualquier duplicidad.
No solamente los británicos apoyaban la postura USA, había otras naciones como Canada y las llegadas del antiguo Pacto de Varsovia que también cooperaban en la labor de zapa y peloteo.
Nadie igualaba el presupuesto de defensa norteamericano ni la voluntad política que ponen en defensa de sus intereses.
La postura de Francia se quedaba casi siempre aislada en su simbolismo, en la dialéctica o la demagogia con Alemania de acomplejado líder europeo; el resto de los Países Miembros tienen voto, pero poca voluntad.
Y es que esto de la Defensa, sus gastos, su utilización, es duro, muy serio, y en general da más penas que alegrías políticas. Los europeos no tiene esa mentalidad, quizás los ingleses, que por eso no son muy europeos.
Hay que tener las cosas claras, capacidad de sacrificio, inteligencia, y el apoyo del pueblo, de los votantes, que no vean la Defensa como un desfile de uniformes.
La Defensa es cuestión colectiva que debe dirigirse por los profesionales, los primeros en caer, con gran espíritu de servicio y escasas prebendas.
Siempre fue así.