domingo, 13 de noviembre de 2016

Añoranza de unos buenos medios de comunicación.

Me resisto a cree que lo que leo en la prensa sea la realidad; me resisto a reconocer que las imágenes que veo en esa pantalla HD que supongo ha desaparecido de los comedores sea la realidad; me niego a reconocer la figuras en los smart o tablets como la realidad, sin embargo son la realidad.
¿A qué me refiero?  ¿Estoy perdiendo el sentido común, la memoria o todo a la vez?
¿No será que el cuarto poder, el periodismo independiente, el que se hace la segunda, tercera o cuarta pregunta no existe?  ¿Qué tipo de opinión crean?  ¿Que ha sido de los prestigiosos medios norteamericanos?  ¿Forman o deforman?  ¿A propósito, por ignorancia, intereses?
El otro día hablaba con un chaval de 22 años sobre otro de 24, al cual no entiendo bien. Le preguntaba como veía a este último. Me contesto breve, rotundo:
- El oficialmente buen muchacho de 24 castañas no se hacía más de una pregunta sobre un tema o por decirlo de otra manera se quedaba en esa primera pregunta y...tan feliz.
Quizás sea esa la vulgaridad, esa pose insustancial, que nos rodea. Esos periodistas de los medios, radio, interenet, redes sociales, en la televisión, mucho peores que en la prensa escrita. 
Dicen una frase, normalmente llena de tópicos, lugares comunes, aceptación del público, sin matizar, sin utilizar las palabras correctas; como si ya hubiesen hecho la encuesta y conocido los índices de aprobación, como si no se hubiesen preguntado nunca  ¿Por qué? Y al responderse al primer porqué jamas hubiesen continuado con otro, otro, otro hasta los que se precisen, para profundizar un poquito en la cuestión y no quedarse felices en la superficie, contentos de haberse conocido.
En un artículo escrito se puede encontrarse un hilo conductor; en un magazine imposible, en una tertulia dramático, en un programa de cotilleo inútil, en un vespertino de fútbol sin fútbol, utópico.
Un político elegido por sufragio universal es importante, más lo son las instituciones y los medios no están a la altura.

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