jueves, 8 de junio de 2017

El smart phone sólo es parte de la solución.

Quiero creer que en política hay arte o existe el arte de la política, la cuestión es que muy pocos estudian para ejercerlo, no hay arte no hay inspiración. No basta con decir quiero ser presidente o mi mujer va a ser inquilina en La Moncloa o mi marido cocinará en Downing Street; hay que estar preparado y pretender servir.
No se bien como interpretar el resultado de las elecciones en el Reino Unido ¿ Esta más desunido ahora? 
En cuanto al Brexit no se van a echar para atrás y resulta sorprendente en un pueblo tan baqueteado en mil batallas que les afecten de esa manera los atentados terroristas. Recuerdo lo que me decían los ingleses en Marzo 2004, cuando la mezcla terrorismo-condición humana cambió nuestra consulta electoral. Quizás los británicos son como el resto de los europeos ( después de tantos años  en la Desunión Europea se han contagiado) o una nueva era se avecina.
En el otro país sajón por antonomasia, experimento en un nuevo continente del idioma de Shakespeare junto a las ideas (parciales) de la Revolución Francesa, declara el ex director del FBI y no aclara mucho; excepto que no tiene arte suficiente para el puesto ni para enfrentarse a su ex jefe que tampoco destapa el tarro de las esencias.
Supongo que para ver arte hay que volver a Las Ventas del Espíritu Santo y que Dios reparta suerte con los toros.
Son los tiempos que vivimos plenos de desconcierto, desinformación y fundamentos. Como sucede siempre volveremos a los clásicos. a releerlos, actualizarlos, entenderlos e intentar cobijarlos en un smart phone.

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