Tercer partido de las Finales NBA en Cleveland, ambientazo, envidia por no poder estar en la cancha donde muchos dólares hay que soltar.
Los Warriors llegan con un 2-0 de ventaja, igual que el año pasado, pero diferente con Durant (incluso defendiendo), sus piernas de pelicano y un tiro implacable. Lebron se pone a defenderle para demostrar que puede hacer todo, que es lo más parecido a Magic. Al verle subir el balón, botar, marcar el ritmo te das cuenta que es otra historia, no extraña que supere el record de Bill Russell.
Primer cuarto igualado hasta que James se fue a respirar al banquillo, pocos minutos, que le cuestan a los locales una desventaja. Los de San Francisco están muy acertados en tiros de tres. Me pregunto si un jugador sólo puede ganar unas series finales, aunque sea King James.
Descanso con Curry, Durant y Thompson marcando diferencias y Draymond Green , estupendo jugador, sacado de quicio; además los Warriors pierden muchos balones y los Cavs no aciertan en tiros de tres. Las figuras mandan.
Hay varios fenómenos en la pista en un partido magnífico que llega con un 67-61 a l a mitad.
¡Qué nivel de baloncesto! Cómo se notan lo que no suman, se les ve el plumero.
¡Qué nivel de baloncesto! Cómo se notan lo que no suman, se les ve el plumero.
En el tercer cuarto los locales, con Love al rebote e Irving de ayuda al líder, se ponen por delante. Se llega al final muy igualados con un nivel extraordinario en varios de los excelentes jugadores que pisan el parquet.
James y su fiel escudero Irving llegan con su depósito agotado a los dos últimos minutos, no entran sus acciones llenas de clase, espíritu y entrega, mientras que Durant no falla.
La sentencia de este campeonato está muy cerca.
James y su fiel escudero Irving llegan con su depósito agotado a los dos últimos minutos, no entran sus acciones llenas de clase, espíritu y entrega, mientras que Durant no falla.
La sentencia de este campeonato está muy cerca.
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