Un español ha sido asesinado en Londres, duro, terrible golpe, para su familia que son los que de verdad lo sienten; lo han expresado con admirable entereza y un comportamiento ejemplar.
Me quede con el cuerpo cortado pensando en su madre, en esos hermanos que dan la cara entre jueces británicos y funcionarios de policía.
Absurdo para muchos que creen que el mundo no es lo que es.
Para él, la víctima, probablemente, el noble instinto de salir en defensa de alguien, cuando lo que impera es mirar al otro lado y no dar la cara, le puso en esa situación donde acabó apuñalado por la espalda. Porque había ido a patinat y luego montado en bicicleta, como tantas otras veces.
Espero que, como otras muertes, no sea inútil, un simple testimonio y tiempo de audiencia en los medios de comunicación. Esto de los ataque terroristas es una lotería, dónde por ahora Paris y Londres se están llevando la peor parte; una lotería relativa.
Pensé en la soledad de nuestro héroe y no creo que se sienta solo.
Como Irving no quise dejar sólo a Lebron James, me puse a ver el cuarto partido y arrasaron los Cavs, aunque los Warriors jugaron bien; Durant excelente. Es otro nivel esto de la NBA.
No servirá para mucho porque lo que queda en Oakland es muy difícil de compensar, ganar dos partidos en la cancha de Golden State sería una gesta, de verdad.
A lo mejor a nuestro héroe asesinado en Londres le gustaba el basket y podría haberse ido a un pub, a tomarse una pint y ver el partido, pero no era posible porque se juegan de madrugada en el Reino Unido, no les gusta mucho el baloncesto y los locales cierran.
O simplemente el día elegido por los asesinos no figuraba en el calendario de las Finales de la NBA
Una pena terrible.
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