Conozco los peligros que conlleva la dependencia del móvil, redes sociales, o la angustia ante la ausencia de whatsapp; comprendo que cuando surgen nuevos inventos, tecnologías o modas hay un periodo de adaptación y de pronto van apareciendo puntos oscuras en aquello que en principio era ideal.
Sin embargo la estupidez humana, tan antigua como el primer Homo Sapiens, o Mulier Sapiens, parece que sigue indetectable.
Sólo he oído al cómico José Mota criticarlo a través de una imitación; pensé, erróneamente, que los aludidos se iban a cortar un poco , pero nada de eso.
No comprendo como las mujeres, en general, o los colectivos de feministas, que por otros legítimos asuntos se manifiestan , no dicen nada en este caso.
Ayer pusieron en alguna cadena, o en todas, la intervención de la portavoz de Unidos Podemos en el Parlamento; ya saben que se celebraba el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas sin la presencia del rey emérito, con manifestaciones de claveles y todo lo que se mete en la batidora para que nos perdamos en casos, ejemplos, reivindicaciones, o cualquier otra lindeza que nos aparte del meollo del asunto.
Esta señora, habló poco en la parte que recogieron las cámaras, luego fue lo más interesante para el editor y casi todo está ocupada por ese ejercicio de aclararnos que hay dos sexos, por si no nos habíamos enterado. Tenía que repetir nosotros y nosotras, diputados y diputadas, ellos o ellas, votantes o votantas, etc...ustedes y ustedes.
Así le queda poco espacio para un par de ideas.
Me rindo, que autoricen a decir todo en femenino que se gana tiempo y sigue sin aclarar nada.
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