Así es como llaman en England al día después de Navidad, con sus partidos de fútbol, sus niños y papás, sus cervezas y el tiempecito. El tiempo, atmosférico, nos marca, el clima modela nuestro carácter y comportamiento. En ese día fui a recorrer parte de esta enorme ciudad que conozco un poco. Todo estaba tranquilo por la mañana, resacoso el pueblo inglés y los muchos inmigrantes puestos en dificulatdes por el Brexit. Supongo que estas cosas se aprecian más en la aspirante a capital económica del mundo y digo aspirante, porque England lleva casi un siglo luchando por no perder pujanza y luchando con todas sus fuerzas.
En el Electric de Portobello road echaban Stars War, episodio VIII. Me invitaron a ese cine de aforo limiatdo, con sillones super confortables e incluso camas en la primera fila. La entrada cuesta 20 pounds y se llena. Sentado, repanchigado, bebes, comes, mientras contemplas a Luke Skywalker luchar contra si mismo, como todos hacemos.
Lo mejor fué cuando a la Estrella de la Muerte pasa por un mal momento en la pantalla y una voz de niño gritó: Woauuuuuuu.
Todo el exclusivo público soltó una carcajada. Fuera llovía a cantaros y ya era muy de noche.
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