He leído al director don Alex de la Iglesia respondiendo a la sagaz doña Elvira Lindo para resolver un mal entendido, por una entrevista, y sus comentarios a las diferentes maneras de ver el cine y decir algo de las señoras mayores, cuando Alex se considera una señora mayor.
Entiendo al director y comprendo a la escritora. Hay veces que metes la pata sin pretenderlo en absoluto.
Siempre he envidiado la capacidad para conversar sin decir nada, sin comprometerse. Es una cualidad muy útil. Envidiaba las películas inglés, donde en un perfecto inglés con sentido del humor, a veces, pasaban las "veladas" educadamente, consumiendo alcohol, colesterol del malo, fumando, degustando azúcar y levantándose tan delgados a meterse un copioso desayuno entre pecho y espalda y luego irse a cazar el pobre zorro, que por muy listo que fuese siempre perecía ante tamaños acosos.
Supongo que hay quién posee denarios en este sentido y también se necesita algo de aprendizaje.
En ocasiones hasta invitaban a Poirot que les resolviese un crimen o dos.
Cuando es la primera vez ( no en un crimen, sino en una reunión social), cuando estoy explorando un conocimiento, es mucho más sencillo, cuando te conocen desde hace tiempo, cuesta.
Hay que ser "diplomático", disimular, llevar la conversación por terrenos inocuos, no hablar ni de sexo, política o religión, no buscar demasiada profundidad, ser comprensivo y paciente, aburrirse sin que se note y no pedir peras al olmo. Envidio también el arte de utilizar el humor para zafarse del tiempo, esquivar los temas e incluso ser ameno y divertido. Utilizar una broma políticamente incorrecta y cagarla.
No hay muchos dotados con estas cualidades y algo de aprendizaje se precisa.
Luego, agotado, siempre me he preguntado cómo manejar los problemas, los asuntos comprometidos cuando fluyen, lo que de verdad preocupa.
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