Llegó antes de la Lotería de Navidad, el sorteo de octavos de final de Champions. ¡Bombazo!... como siempre.
Nos olvidamos que los partidos serán dentro de tres meses y los expertos hablan del pasado, el presente y las historietas. Es como si juzgásemos ahora a los equipos con la imagen que daban en agosto.
Al Madrid le ha tocado la realidad del PSG, poderoso en dinero, exuberante, de moda, comprador de jugadores, con las prometedoras futuras figuras incorporadas y consolidadas realidades encabezados por Neymar, Cavani & company. No dan un duro por nosotros y será una pena dejar nuestra copa huérfana antes de la primavera. Los rivales del noroeste están contentos, porque nos ven eliminados, sin embargo muy preocupados por el Chelsea que les da pavor.
El entrenador del Manchester City, metido en su política aldeana, discurso victimista, gafe genérico, pacifista a ultranza, de lazo amarillo, muy demócrata y llorón conceptual, ríe por el rival en suerte y está feliz porque descarta al Madrid. Luego, mientras duerme en Manchester, con butifarras para un tentempié en la mesilla, pijama a rayas amarillas y rojas con estrella, se le aparecen en sus sueños jugadores de blanco y ve a los Jordis (pacíficos/demócratas, vamos que no han hecho nada ilegal) gritando ¡Hala Madrid!
Debe ser horrible ser tan sano democráticamente y vivir en Inglaterra, donde seguro allí que no meten a nadie en la cárcel por infringir las leyes. Allí,en la famosa Premier, pueden tener a cinco equipos en cuartos que se maten unos a otros como en un boxing day y luego jueguen la final o pueden llegar cuatros a semifinales.
Lo veremos en su momento, como están unos y otros, como tan maravillosos jugadores de la Premier, alcanzan el olimpo que los nuestros ya han visitado en alguna ocasión. The Guardian lo ha anunciado pasarán: City, United, Liverpool, Tottenham, PSG, Barcelona, Bayern y Roma, campeón el Manchester City.
Mientras sigamos el camino habitual, recuperemos el tono, a los lesionados y el buen fútbol.
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