Stan Lee fue un creador longevo, dibujante y hombre de ingenio que tenía que comer y vivir, era humano, sus héroes, algo más, permanecen, eternos.
Cuando merendaba de pequeño con un tebeo o cuando después de unas anginas, ya sin fiebre, podía leer en la cama, el mundo sonreía, pocos placeres he podido encontrar más grandes. Soy muy de tebeos, comics o como quieran, y Stan Lee, gracias al cine que no consigue guionistas buenos y creativos llegó a una popularidad y éxito enormes, ahora se nos ha ido, su obra ahí está.
Es un dibujo, un trazo, un personaje y es ficción, pero es que la realidad no es más bella. Esos llamados superhéroes del universo Marvel pueden resolver cualquier problema. Nuestros problemas son lo cotidiano que pasa por los políticos que nos representan, los ciudadanos representados y desde hace tiempo por los jueces.
Se está renovando el Consejo General del Poder Judicial y se habla de conservadores y progresistas, una forma de simplificar, una herramienta más de los medios para no decir nada y dejar a la ignorante víctima, el ciudadano votante, con la boca semi abierta. Un juez no puede ser conservador, a no ser que conserve lo que vale la pena, ni puede ser progresista a no ser que progrese como individuo en la dirección correcta, no es cuestión de etiquetas ni palabras, es cuestión de significado. Un juez tiene que ser honrado, hombre de leyes, criterio, sentido ético, buen conocedor de la ley, tranquilo, equilibrado y justo, deber ser justo y hacer justicia. Si es una jueza lo mismo, aunque me resisto a la necedad imperante en la moda de los políticos en sus expresiones, que quieren introducir gramática para seguir igual o peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario