jueves, 1 de noviembre de 2018

Melilla sólo ha sido España, no conoce otra situación.

Mi cariño por Melilla lo saben los que me conocen, quizá la ciudad que más quiero de España. Los españoles, que quieren seguir siéndolo deberían visitarla, los otros también
Me puse a ver el partido, normalmente no se si lo hubiese hecho, a estas alturas de la Copa. 
El Estadio "Álvarez Claro" me trae muchos recuerdos, de tiempos felices, inocencia y descubrimientos, culturas, musulmanes y hebreos. Melilla está ligada a mi familia paterna de forma irrompible. Además es una ciudad pequeña, preciosa, coqueta, donde se siente de una forma especial eso de ser español. Ahora todo tiene más sentido. 
Los locales supongo que felices por este partido, muchos serán madridistas, o anti algunos,y se sabía que iban a jugar a tope. Debut de entrenador, Solari, me gustaba como jugador y no era el típico pelotero de fútbol. El pasado ahí queda, hay que reconducirlo y empezar  a jugar al fútbol.
La alineación inicial tiene muchos del Castilla, juventud y Vinicius.
El Melilla, siempre hay que considerar al rival, lo intentó desde el principio con un fútbol de sentido, aseado, presión y ganas, nunca se rindieron, pero no acertaron, están bien dirigidos. Nosotros salvamos el partido. 0-4, tuvimos detalles individuales, sobre todo de Vinicius, al cual hay que probar ante desafíos superiores y de Odriozola, también del conjunto que se mostró competitivo. Hubo fallos de entregas, errores, poca precisión en el último pase y falta de gol, aunque el portero tuvo su culpa con sus intervenciones. No intentamos jugar andando y todo el mundo se lo tomó en serio, se notó que el VAR no estaba y hubo fallos de liniers y árbitro.

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