sábado, 1 de diciembre de 2018

Cumbre G 20 en Buenos Aires

La cumbre G 20 es un show de esos que van montando las naciones, o sus dirigentes en sus reuniones, hasta resultar ingobernables. Es mejor que pegarse los unos contra los otros. 
Argentina sale en las noticias y no solo por el fútbol, acoge por turno este tipo de inútiles encuentros que luego se resuelven en una conversación telefónica cuando algo grave ocurre. 
Ucrania trata de involucrar a la UE o USA en sus eternas disputas con Rusia y la señora Merkel pide tranquilidad. China y USA resolverán sus discrepancias de comercio/dinero/ diferente liderazgo de forma unilateral. Lo cierto es que van ya con todo hablado. 
Mientras, me he leído la editorial del board de The New York Times que como ellos explican, es una especie de editorial institucional, el motivo el fallecimiento de George W Bush, 41 presidente de los USA. 
Me sorprende, a medias, que se mencione a Trump (idea de la paranoia que sufren en el periódico con el actual boss de la Casa Blanca, que es también perecedero como todos) y que se cite a Clinton (fue el rival con el que perdió), supongo que en los epitafios se habla de hechos, circunstancias, aciertos o errores. Al final dan la impresión que Mr Bush era mejor presidente de lo que parecía y podría haber estado más tiempo, otro mandato, de inquilino. Desde luego tenía dinero, experiencia en la administración, ocupación asuntos internacionales, puestos/cargos de responsabilidad, buena educación y una mujer que le complementaba. El viejo Clinton no tenía todo eso pero sabía vender, desde engatusar una becaria a tiro o a los medios de comunicación y esa es la clave. Incluso el The New York Times lamenta que no sea Mrs Clinton la inquilina y el esperpento Trump aguante. 
Aquí en España también se observa que política es vender lo que quiere oír el cliente.

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