domingo, 2 de diciembre de 2018

Traca y arroces. Coliseo romano VIII.

Hacía tiempo que no había fútbol en Chamartín, muchos cambios, entrenador incluido, parón de selecciones y argumentos a favor y en contra por un partido entre Boca y River que debería jugarse en su tierra. 
El Valencia es un equipo que ya se sabe que nos odian sin ocultísmos, por aquello de haber comprado algún jugador y ellos creerse no se bien qué cada año que comienza. No les he visto esta temporada, desconozco su estado actual, su entrenador pone cara de pena, sus dueños de otro continente ponen dinero y la afición ganas. Madrid está cerca, vienen a pasar el día y comer, supongo que no arroces, que también.
Sacamos un equipo apañado, contento por ver a Reguilón y Llorente. Estadio lleno con frío otoñal.
En el primer tiempo el visitante no existió. Jugamos con buena circulación, mostrando nuestras carencias de remate o último pase. La defensa con Carvajal, un titán al frente, me gustó. Se vaciaron Ceballos y Llorente, Benzema dió una muestra de su potencial en todo el campo, Bale fue apagándose ( lesionado o con molestias no rinde 90 minutos con continuidad). Courtois magnífico en sus escasas intervenciones (aunque fuesen fueras de juego). En la segunda mitad los visitantes reaccionaron y nosotros tuvimos 20 minutos de bajón hasta que hicieron cambios. 
Pude ver a Valverde que hizo dos acciones de gol en los veinte minutos que jugó y la falta de instinto asesino para el gol de sus compañeros evitó la culminación de sus jugadas. Se controló meas tiempo el partido, Modric va entrando y no se echó demasiado de menos a Kroos o Casemiro. Nos falta gol o un jugador (que hay pocos) que remate con intención o sea una pesadilla para los rivales. Vinicius es un proyecto que no pisó el césped.

No hay comentarios:

Publicar un comentario