viernes, 23 de septiembre de 2022

Carrascal, Carrascal, que bonita serenata...

 He leído un artículo de un hombre de 92 años, español, sobre los británicos, yo diría sobre todo ingleses, habla de sus experiencias, conocimientos, mucha vida en el extranjero, encuentros, Historia, y... coincido con él. Los habitantes de las Islas se creen superiores, van a lo suyo, no son de fiar, sólo responden cuando les haces frente, eso si con criterio y sabiendo lo que te juegas, arriesgas, no te puedes dejar apabullar por un inglés ni por su país. Envidiaba sus instrucciones políticas, normalmente claras, sus objetivos, su audacia, pragmatismo, ambición, la claridad de ideas, experiencia. Yo al final, en mi frustración, tendencia a simplificar cual alumno de Sócrates, resumo que son unos auténticos hijos de puta. He intentado comprenderles en su educación, modos, historia, como soy competitivo por naturaleza, y algo legionario por el espíritu de mi abuelo, nunca me he achantado, incluso he intentado tomarles el pelo en su idioma, con mi acento o criticarles en modo show business con el sarcasmo más fino posible utilizando sus propias bromas como mi buen Ciclón, un amigo. Ya una vez un prestigioso inglés, mi superior directo, que ahora ha participado en la organización de los funerales regios, me dijo que yo era rude o sea un maleducado, le aclaré que mi mamá no tenía ninguna culpa, asumía la completa responsabilidad de mis actos, sin estar dispuesto a tragar entre sus argucias y maniobras, en inglés naturalmente.

2 comentarios:

  1. Pues si que tienes tu mar de fondo con los ingleses.
    Yo me conformo con demostrarles que somos mejores en tantas cosas…

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  2. Yo estoy de acuerdo contigo, no son de fiar y muy prepotentrs

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