sábado, 10 de septiembre de 2022

Una gran señora.

 


Doña Isabel montaba muy bien a caballo, amaba esos preciosos animales imprescindibles en otros tiempos. No hubiese sido reina si su tío, conocido en la familia como David, no hubiese tomado un conjunto de decisiones junto a amistades peligrosas en tiempos sumamente difíciles. Parece como si el destino provocase, eliminase los obstáculos naturales para que una mujer reinase otra vez, para bien de sus súbditos, en la pérfida Albion. En Inglaterra, luego UK los mejores monarcas han sido reinas, Isabel I, Victoria y ahora Isabel II; las dos primeras marcan eras, la última marca el reinado más longevo, las peripecias para conseguir que el declive de un imperio se notase lo menos posible; desde el final de una gran guerra, otra guerra fría en su caso, el desarrollo tecnológico/social de finales del siglo XX, los cambios enormes en la sociedad. Su nota como reina es muy elevada en su país, seguramente le resultó más complicado ser madre, de cuatro hijos; alguno en otras circunstancias hubiese pasado por prisión. El espíritu de servicio, respeto a las leyes, un algo de sentido común, sacrificio, lealtad a sus obligaciones, pueden bastar para ocupar un alto puesto en el escalafón de la Historia. Ser madre, por mucho que quieras a tus hijos, es mucho más complicado. No descubro la pólvora todos los que hemos disfrutado de una mamá lo sabemos, si no ha sido el caso lo hemos visto en los vecinos, conocidos o familiares. Tu nación puede ser ingrata, el pueblo puede ser ingrato, un hijo, o hija que diría Monty Python, no deberían ser ingratos con una madre que normalmente lo dan todo y más.

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con tus reflexiones!! Me gusta

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